Todos hemos oído en casa desde pequeños que “la comida no se tira” y nos han explicado la importancia que tiene no desperdiciar los alimentos. Antes no disponíamos de las facilidades ni de la tecnología que tenemos hoy en día para adquirir, conservar y cocinar alimentos. Sin embargo, las familias aplicaban métodos de conserva y elaboraban recetas de cocina para aprovechar al máximo los ingredientes de los que disponían. El ajetreado ritmo de vida de nuestra sociedad ha hecho que hayamos perdido parte de estas buenas prácticas. Actualmente, la generación de residuos alimenticios en la ciudad de Barcelona es elevada. La ciudad se ha comprometido a trabajar para reducir los residuos con la elaboración y puesta en marcha del Plan de prevención de residuos municipales de Barcelona 2011-2018, que prevé una serie de actuaciones para reducir un 10% la producción de residuos por cápita. Evitar el desperdicio alimentario es una línea de actuación que el Plan recoge, ya que se calcula que aproximadamente un 20% de nuestra basura es comida que compramos que se acaba malgastando.
Autor: Ajuntament de Barcelona